Tu cliente es tu mejor socio.

Escucharle, tu mejor decisión.

En promedio, cada cliente que logras satisfacer suele recomendar tu servicio a una persona más. En cambio, quien tuvo una experiencia comercial negativa podría llegar a contarlo hasta a diez personas de su entorno. 

Pero lo más grave es que, de esos clientes insatisfechos, sólo un diez por ciento estaría dispuesto a informarte sobre las causas de su molestia y te enterarás del noventa por ciento restante cuando los hayas perdido. Son cifras estimativas, pero deberían hacerte reflexionar.

¿Tu empresa está escuchando activamente a los clientes? 

¿Estás dando a sus quejas la importancia que tienen? 

¿Estás haciendo algo con esas opiniones?

 Y la pregunta más importante: ¿tu equipo está preparado para esa misión?

En las empresas de servicios, satisfacer a los clientes no es sólo una cuestión de competitividad, sino de pura supervivencia. Te juegas la vida todos los días. Y en ese contexto, la comunicación es la clave para prevenir fallas y gestionar quejas, con el fin de evitar la reincidencia y mejorar continuamente los resultados operativos.

Tu principal desafío como directivo consiste en que, de ambos lados del mostrador, las interacciones ocurren entre personas y debemos comprender algunas particularidades de nuestros recursos biológicos para conocer cómo gestionarlos en forma eficaz. De este modo lograremos un desempeño a prueba de fallas y un equipo motivado capaz de sostenerlo. 

Comunícate conmigo para charlar sobre las diferentes maneras en que el bioliderazgo puede transformar tu operación en una experiencia estimulante para tus colaboradores y en la mejor herramienta para fidelizar a tus clientes y aumentar la rentabilidad de tu negocio.

Recuerda: las mediciones periódicas de la satisfacción de los clientes no te ayudarán a cambiar la historia. Los que ya perdiste no contestarán tu encuesta.

Lo mejor que puedes hacer para mantener una base de clientes estable y sólida es entrenar a tu personal para escuchar activamente a tus clientes y empoderarlo para que pueda resolver situaciones críticas antes que sea tarde.

Con el bioliderazgo puedes lograrlo.