No falta espacio: sobran cosas

“El local ya no alcanza”.

”¿Qué hace aquí este producto vencido?”

“¡Está todo apilado y sucio!”

“¡Otra vez este mueble en el camino!”

“¿Dónde está esa herramienta?” 

Frases como éstas son frecuentes en las empresas y sobre todo en las pequeñas. El desorden produce frustraciones y pérdidas, en un espiral que puede llevar a la ruina. Y lo que muchas veces ocurre es que el espacio físico se va colonizando a medida que el trabajo crece, pero sin planificación ni control de lo que se almacena. 

Vamos llenando cada espacio con cosas y más cosas, sin tener en cuenta que pronto será muy difícil encontrar lo que buscamos, porque está oculto en alguna parte de ese caos. 

El resultado provoca un círculo vicioso: cuanto mayor es el desorden, menos tiempo nos queda para arreglarlo y demoramos mucho más en encontrar lo que necesitamos, lo cual nos quita todavía más tiempo y todo se sigue apilando. Terminamos comprando de nuevo lo que sabemos que teníamos. Y el trabajo atrasado también se apila.

Tal vez, efectivamente, sea necesario agrandar el espacio del taller o la oficina. Pero, ¿qué tal si en realidad pudiéramos solucionar este problema sin movernos de donde estamos?

El método japonés de las "cinco eses"

La respuesta está en el sencillo y poderoso Método 5s (cinco eses), que fue desarrollado por Toyota en la década de 1950. A partir de entonces se ha aplicado para mejorar la organización de cualquier espacio, con sustanciales mejoras en seguridad, productividad y motivación. 

El nombre del método proviene de las iniciales de sus cinco etapas: 

Las tres primeras permiten dar un salto espectacular en orden y productividad. Las dos últimas, aseguran que esa situación se mantenga en el tiempo para aumentar sus beneficios cada vez más. 

Y no pienses que este método sólo se aplica a las grandes fábricas japonesas. Puedes utilizarlo para ordenar tus ambientes en casa, en el taller, en la oficina, en el club o en cualquier lugar que se te ocurra.

Cómo funciona el método

Te lo explico en unos pocos párrafos. 

Eso sí: cuando decidas hacerlo, tómate al menos un día para dedicarlo exclusivamente a estas tareas y, de ser posible, consigue a alguien que te dé una mano.